Ella vino, vio y conquistó. Nell Zink, hasta hace poco la encarnación de la imagen tópica del escritor pobre, sola en su ático pequeño, se convirtió en muy poco tiempo en una sensación literaria cuando el escritor estadounidense Jonathan Franzen alabó su trabajo y ella recibió un anticipo de seis cifras. Desde ‘nobody’ a ‘Her Nellness’ – las cosas de la vida. La entrevistamos en Utrecht y en su domicilio en Bad Belzig, entre otras cosas para la revista literaria Livre. ‘Decir que es terapéutico suena tan mal, pero es verdad. Escribir es mi manera de digerir la vida.’